El Certificado de Eficiencia Energética es un justificante requerido por el gobierno para todos los inmuebles que vayan a ser puestos en venta o alquiler. Esta medida quiere conseguir una mejora de energía en todos los países de la Unión Europea.
Como la propia definición de eficiencia energética da a entender, es sacar el máximo partido de la energía usada con una cantidad mínima de recursos.
El certificado energético es un informe detallado que contiene información sobre el inmueble como la orientación, medidas, iluminación, ventilación, calefacción, refrigeración, agua caliente entre otras características. De ahí la famosa "etiqueta energética" de la que hablaremos más adelante.
Con la información detallada anteriormente, procedemos a la calificación obtenida mediante los datos que nos proporcione el técnico responsable de este certificado. Empleando una escala de letras que van desde la A, siendo la más eficiente, hasta la G, que es la más baja de todas.
Este dato viene incorporado en el certificado energético, pero también incluye información sobre la cantidad de dióxido de carbono que se puede emitir e incluso facilita datos sobre el consumo anual de energía. Para entender mejor cómo funciona esta etiqueta, desglosamos sus diferentes calificaciones: